Te cuento mi historia
Me llamo Noria Chikhi Belkacem, soy de origen Argelina, me he criado en un mundo de hombres, donde la mujer no tiene ni voz ni voto, donde por mucho que estudias no haras nada de tu vida, eres y serás siempre dueña de los demás, aunque teníamos nuestros derechos era solo apariencia siempre dependíamos de los hombres.
No me sentia en mi lugar, he tenido una buena infancia, pero con los años, el aire que respiraba era triste, estaba rodeada de injusticias, violencias, miedo y de un futuro sin esperanza, donde la única ilusión que tenia era cuando me iba a dormir profundamente y viajar a otro mundo, más bello y más feliz.
El amanecer era mi esperanza, pero año tras año todo eso se fue derrumbando y lo único que sentía era ansiedad, miedo, frustración y muchas inseguridades.
A los doce años, me hacía muchas preguntas y no entendía por qué Dios me había enviado a este mundo, estaba perdida y no podía hacer preguntas, porque hacer preguntas era pecado, no debes dudar de nada y si dudas, irás al infierno, así que actué en silencio… Decía lo que ellos querían oír, me comportaba como ellos querían que me comportara, como una estrategia para salir del laberinto.
Cuando tenía 17 años, dejé a mis padres para irme a vivir a Francia, no fue fácil dejar a mi familia para lanzarme a la aventura en un país desconocido, pero al mismo tiempo estaba feliz, feliz de ser por fin libre, libre de tomar mis propias decisiones, buenas o malas, ERAN MÍAS, recuerdo que era tan inocente que cuando oía a alguien hablar en árabe, confiaba en él, pero en realidad yo era su presa. Una de las anécdotas que se me quedó grabada fue de una mujer de Orán que buscaba una niñera para sus hijos, pero que resultó ser una proxeneta, tardé semanas en salir de esa situación, pero lo conseguí, superé uno de los mayores retos de mi vida, y he superado otros más pero siempre desde el amor hacia la vida, tenia la certeza que una vida mejor me esperaba Y NO ME EQUIVOQUÉ.
Sabía que mi libertad tenía un precio, pero estaba dispuesto a asumir mis responsabilidades, DESPLEGAR MIS ALAS es lo mejor que he hecho en toda mi vida.
Creo en mi filosofía de vida, creo en la libertad de elegir tu propio camino respetando el mundo y tu conciencia, que es mucho mayor que cualquier religión.
La vida es hacerse preguntas, emprender aventuras, amar, perdonar, compartir nuestra sabiduría, tomar acciones desde nuestra esencia, cuestionar a los que nos rodean, preguntarnos si realmente vamos por el buen camino, ampliar nuestra visión y crecer desde el amor.
Cada alma tiene una misión de vida, es hora de romper tus esquemas, tu mejor versión te está esperando, ¡libérate!